La primera fase de la reforma, entre la calle de Santa Teresa y la avenida de la Generalitat, comienza a principios de marzo y durará un año.
El pasado 6 de marzo arrancaron las obras que permitirán disfrutar sin coches de la Rambla Modolell, uno de los espacios más icónicos de Viladecans, así como de las calles adyacentes hasta la avenida de la Generalitat. Con esta actuación, los ejes peatonales del centro de la ciudad alcanzarán una longitud de casi 2,5 km. La reforma, a cargo de la empresa Construcciones Benjumea, tiene un coste de 4,2 millones de euros y una duración de un año.
Con la primera fase de las obras, se reurbanizará el espacio entre la avenida de la Generalitat y la calle Santa Teresa. La transformación entre esta calle y la de la Virgen de Sales, el 38% restante del proyecto, se hará más adelante, en una segunda fase, cuando el recinto de la Escola Àngela Roca cambie de uso.
¿Cómo será la nueva rambla de Viladecans?
La nueva rambla tendrá el pavimento a un único nivel al ancho de toda la calle y sólo podrán acceder a ella los vehículos de vecinos, actividades comerciales y servicios de paso. El acceso estará controlado por cámaras de lectura de matrículas. Los contenedores de residuos, y las zonas de carga y descarga y de estacionamiento regulado (zona azul) se trasladarán mayoritariamente a calles adyacentes después de la reforma. La actuación renovará el área de juegos infantiles y potenciará el verde con amplios parterres para plantas, manteniendo el arbolado actual. Debajo de los árboles, se crearán nuevos espacios de descanso como refugio climático.
El Ayuntamiento ha creado el proyecto de reforma después de un amplio proceso de escucha de las necesidades y expectativas de la ciudadanía para potenciar el carácter social, cultural y económico de este espacio. Más de 300 personas, entidades y comercios formaron parte del proceso participativo Ramblegem, celebrado en 2022.
Las obras, que se realizan por tramos, se inician ahora por la calle de la Antiga Riera y el pasaje de la Unió, por los que desde este 6 de marzo sólo se puede circular para acceder a los vados. En un par de meses, se hará lo mismo con el tramo de la rambla entre la avenida de la Generalitat y la calle Sitges. Y, después del verano, se procederá con la reforma (y las restricciones de tráfico) en el tramo central de la rambla, entre las calles Sitges y Santa Teresa. El objetivo es realizar esta última actuación en dos fases para minimizar las afectaciones en las terrazas de la hostelería.
Ahora, los vehículos procedentes de las calles de Muntanya y Sitges deben realizar un recorrido alternativo para acceder a la C-245, subiendo la rambla en sentido montaña para ir hacia la avenida de Francesc Macià.
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