La Comisión Europea ha decidido el reconocimiento a dos ciudades finalistas, Viladecans y Treviso (Italia), concediéndoles un premio de 200.000 euros a cada una.
Estos galardones se otorgan a ciudades europeas con una población inferior a 100.000 habitantes que destacan por su sostenibilidad y esfuerzos para alcanzar altos estándares medioambientales.
En una ceremonia celebrada en el KultuuriKatel (Tallinn Creative Hub) de Tallin, Estonia, tanto Viladecans como Treviso fueron galardonadas con el premio Green Leaf 2005. Inicialmente, se suponía que solo una ciudad se llevaría el premio, pero debido a la excelencia de ambas candidaturas, la Comisión Europea decidió honrar a las dos ciudades.
Esto también les brinda la oportunidad de unirse a Green Leaf, una red europea de ciudades líderes que comparten conocimientos y buenas prácticas. El alcalde Carles Ruiz expresó su agradecimiento por la confianza depositada en su ciudad.
El galardón Green Leaf se concede a aquellos municipios que han mostrado un compromiso ejemplar para abordar los desafíos ambientales urbanos, demostrando que la sostenibilidad es no solo posible sino una prioridad en el desarrollo urbano. Son reconocidas las localidades que se esfuerzan por mejorar la calidad de vida de sus residentes, fomentando transformaciones hacia la sostenibilidad.
Este premio, otorgado anualmente por la Comisión Europea, evalúa siete indicadores ambientales, incluyendo la calidad del aire y del agua, la biodiversidad, el uso sostenible de la tierra, la gestión de residuos y la economía circular, entre otros. El premio en metálico está destinado a ayudar a la ciudad en la organización de actividades transformadoras.
Viladecans impresionó al jurado europeo con su enfoque para inspirar un cambio de comportamiento a través de una cultura de positividad y entusiasmo. Se reconoció la participación activa de los residentes y partes interesadas en los procesos de toma de decisiones y los avances significativos en energías renovables y eficiencia energética.
Como ganadora de Green Leaf, la ciudad se enfocará en la transición ecológica y la promoción de un estilo de vida saludable, demostrando que un enfoque positivo hacia los desafíos de la sostenibilidad aporta esperanza e inspira tanto a sus residentes como a otras ciudades europeas para trabajar hacia un futuro más verde.
La lucha de Viladecans por ser una ciudad con emisiones 0
Viladecans está comprometida en reducir activamente las emisiones de CO2, naturalizar la ciudad y adaptar la planificación urbana para hacerla más resistente, además de involucrar a los ciudadanos en este proceso.
En términos de calidad del aire, el Ayuntamiento ha instalado cinco sensores en toda la ciudad para monitorear la calidad del aire. También está implementando una Zona de Bajas Emisiones para reducir el tráfico de vehículos contaminantes y promover el uso de bicicletas y transporte público, esforzándose por crear más carriles para bicicletas y nuevas líneas de autobús.
Respecto al agua, una de las iniciativas más significativas ha sido la expansión de la red municipal de agua no potable para suministrar a nuevas áreas de la ciudad. En total, el 70% de la municipalidad se riega con agua no potable, y se seleccionan especies vegetales que requieren menos agua.
En el campo de la biodiversidad, áreas verdes y uso sostenible de la tierra, la ciudad lleva a cabo programas educativos en las escuelas para que los niños conozcan la naturaleza que los rodea. Se organizan actividades para sensibilizar a los ciudadanos sobre la biodiversidad y se realizan acciones para restaurar y conservar el espacio natural protegido de Remolar-Filipines.
Además, se está implementando el Plan de Naturalización con objetivos como transformar plazas en espacios amigables, crear bosques urbanos y conectar parques urbanos entre sí y con el entorno natural.
El año pasado, se firmó la Declaración Viladecans 3-30-300 con el objetivo de que cada hogar tenga al menos tres árboles visibles desde su ventana, que la cobertura arbórea de la ciudad sea del 30% o más, y que cada ciudadano pueda acceder a un área verde dentro de un radio de 300 metros.
Desde 2014, el Ayuntamiento ha estado desarrollando el proyecto Bee Happy, enfocado en cuidar a las abejas como especie de especial interés para garantizar la vida, la producción agrícola y la seguridad alimentaria. En varios lugares de la ciudad, se mantienen colmenas de abejas, y en el parque Mas Ratés, se encuentra la Casa de las Abejas, un edificio con una exposición permanente y un programa educativo para familias sobre la vida de las abejas.
En cuanto a los residuos y la economía circular, se han realizado varias campañas para sensibilizar a los ciudadanos sobre la importancia de reciclar, reducir y separar los residuos. Se está trabajando en un nuevo Modelo de Gestión de Residuos que introduce la recogida selectiva puerta a puerta en ciertas áreas residenciales y la desaparición del contenedor de residuos para alcanzar el 60% de la recogida selectiva para 2030.
Para enfrentar el desafío ambiental del ruido, Viladecans tiene un plan de acción local para mejorar la calidad acústica y ha instalado una red de catorce sensores acústicos que proporcionan información sobre los niveles de ruido para implementar medidas correctivas.
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